La bestia del Amazonas
El paiche, también conocido como pirarucú o arapaima (Arapaima gigas) es el segundo pez de agua dulce más grande del mundo, después del esturión beluga (Huso huso), y el pez más grande en la Amazonía peruana, llegando a medir aproximadamente 3 metros de largos y a pesar 200 kilos.
Este animal sólo vive en aguas con mayor consistencia de plantas acuáticas, por lo que puede encontrase en la cuenca del río Amazonas, en el Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, y también se puede localizar en el río Madre de Dios (Perú).
Su alimentación se basa únicamente de peces, crustáceos, plantas, insectos y pequeños animales terrestres, incluyendo aves, que captura cuando caen al agua, o incluso dando saltos fuera de la misma.
En cuanto a su reproducción, entre los meses de octubre y noviembre la hembra pone huevos y es el macho quien se encarga de cuidarlos y cambiarlos de lugar.
Sus depredadores, especialmente cuando es joven, son las aves (sharara, martín pescador, cushuri, garzas), algunos peces (piraña, shuyo), en algunos casos el jaguar u otorongo, y los parásitos, especialmente el canero (Vandellia sp.), un pez que se aloja en sus branquias y chupa la sangre.
Beneficios de la salud
El paiche, brinda al cuerpo humano una gran cantidad de proteína, minerales, hierro, zinc y Omega 3, 6, y 9, por lo que su consumo, evita la anemia y desnutrición. Asimismo, ayuda entre otras cosas a prevenir enfermedades coronarias en los adultos, regenerar tejidos, cicatriza heridas y disminuir el colesterol elevado.
El consumo de los pescados como el paiche es saludable y de digestión sencilla y rápida. La preparación es rápida y de bajo costo, considerándose accesible al público en general.
La carne por lo general es salada y secada. Este producto es muy apreciado porque se conserva bastante tiempo. La carne del paiche es considerada la más fina entre los peces amazónicos.
Las escamas son grandes y de color plateado. De ellas se confeccionan una diversidad de artesanías, desde cortinas hasta collares, por lo que es uno de los productos más comunes de la artesanía.
En cuanto a su lengua, una vez seca se parece a una lija gruesa. En Brasil se utiliza como rayador, especialmente para rayar las barras de guaraná.